CIENCIAS BIOLÓGICAS Y DE LA SALUD

Equipo interdisciplinario del CONICET elabora herramienta para la gestión de Áreas Naturales Protegidas de Córdoba

Se trata del “Plan de Manejo de la Reserva Hídrica Provincial de Achala y Áreas de Reservas Provinciales relacionadas”, una valiosa contribución de la ciencia para la conservación del patrimonio natural y cultural.


Parte del equipo de trabajo (izq. a der.): Jesica García Molina, Nadia Zamboni, Valeria Brusco, María Victoria Vaieretti, Paula Marcora, Silvana Halac y Marcos Tatián.
Taller artístico con alumnas de la escuela Florentino Ameghino, del Cerro Champaquí, para interpretar los valores de conservación a preservar.

Un equipo interdisciplinario, liderado por investigadores e investigadoras del CONICET Córdoba, elaboró el primer plan de manejo para la Reserva Hídrica Provincial de Achala (RHPA) y el sector norte de la Reserva Hídrica Natural Calamuchitana (RHNC), oficializado en septiembre de 2023. Aunque existe una planificación para el Parque Nacional Quebrada del Condorito, ubicado dentro del área de la RHPA, no contempla el resto de la reserva provincial. Esta nueva herramienta para la gestión de un territorio serrano de más de 150 mil hectáreas es de importancia crucial, ya que allí nace la mayoría de los ríos tributarios de los embalses que abastecen de agua a dos tercios de la población de la provincia de Córdoba.

“La provincia de Córdoba tiene treinta Áreas Naturales Protegidas (ANP), que equivalen a un cuarto de su superficie total -aunque muchas se superponen-. En febrero de 2021, la Secretaría de Ambiente convocó a universidades públicas y privadas a presentar proyectos de planes de manejo para cuatro APN de jurisdicción provincial consideradas prioritarias: Cerro Colorado, La Quebrada, Chancaní y Ansenuza. La de Achala no estaba incluida en la convocatoria. Nos reunimos y decidimos presentar lo mismo una planificación para la RHPA, dada su importancia hídrica, y para una parte de la reserva Calamuchitana que estratégicamente sumamos porque forma parte de la cuenca del Dique Los Molinos”, relata Marcos Tatián, investigador del CONICET en el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA, CONICET-UNC) y coordinador del equipo.

El territorio abarcado por el Plan de Manejo provee múltiples servicios ecosistémicos además de la provisión de agua, como la regulación del clima, almacenamiento de carbono, recreación, turismo y sentido de pertenencia para las poblaciones que lo habitan. A su vez, la RHPA contiene una gran proporción del escaso 3% de bosque nativo remanente de la provincia (zona roja según la ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos N°26331/07), cuya preservación es fundamental para el mantenimiento de la biodiversidad.

Sin embargo, los/as especialistas alertan que la ocupación y actividad humana ponen en riesgo este ecosistema y los beneficios que brinda a corto y largo plazo. Actualmente, las principales amenazas provienen de prácticas relacionadas a la cría de ganado doméstico, como el pastoreo y el fuego. Además, tanto en la RHPA como en la RHNC se observa la apropiación de áreas de riberas por particulares, lo que limita el acceso de las personas y el control por parte del Estado. Sumado a esto, la actividad turística y el desarrollo inmobiliario están en crecimiento constante, produciendo impactos ambientales y conflictividades sociales.

Este escenario demostró a los/as investigadores/as la necesidad de alcanzar acuerdos para la zonificación de ambas reservas, estableciendo lineamientos respecto al tipo y magnitud de las actividades permitidas. De acuerdo con Tatián: “Las áreas naturales protegidas lo son por una razón. Estos lugares tienen características especiales [...] Entonces, un plan de manejo es una herramienta de gestión de estas áreas, a partir de sus valores de conservación. En primer lugar, se define el territorio y se hace un relevamiento biofísico y socioproductivo -histórico, turístico, antropológico-. A continuación, se realiza un diagnóstico participativo buscando definir esos valores de conservación con la gente”.

El 21 de diciembre de 2021, el equipo científico-técnico convocado desde la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (FCEFyN, UNC) comenzó formalmente dicho proceso. “Queremos destacar el trabajo interdisciplinario y articulado que llevamos adelante. Tenemos integrantes de tres Unidades Ejecutoras de doble dependencia CONICET-UNC, además de profesionales del Instituto de Matemática Aplicada de San Luis (IMASL, CONICET-UNSL), de la Facultad de Turismo de la Universidad Provincial de Córdoba, de la Facultad de Ciencias Sociales (UNC), y una guardaparques. Esta es otra forma de hacer ciencia que busca contribuir a la sociedad generando herramientas de gestión, para lo cual construimos y sostenemos vínculos con los territorios”, expresa Silvana Halac, investigadora del CONICET en el Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (CICTERRA, CONICET-UNC) e integrante del equipo de planificación en el área de Hidrometría y Calidad de Aguas.

El documento final, presentado en diciembre de 2022, incluye los objetivos de conservación; la zonificación del área con recomendaciones para diferentes actividades y usos; estrategias para la implementación del Plan, así como para su evaluación y seguimiento mediante indicadores de éxito, cumplimiento y resultado. El alcance temporal del Plan de Manejo es de seis años (2023-2029), tras lo cual deberá ser revisado y actualizado.

Construir consensos para la conservación de valores socioambientales

En la elaboración del Plan de Manejo de la Reserva Hídrica Provincial de Achala y Áreas de Reservas Provinciales relacionadas, fue fundamental el diálogo de saberes entre diversos actores sociales, sobre todo considerando que las tierras de la RHPA son mayormente de dominio privado.

“Convocamos a la gente con el objetivo de recuperar qué cosas consideran valiosas de conservar. Luego, les pedimos que identificaran a qué amenazas estaban sometidos esos valores y que pensaran qué estrategias o acciones podrían llevarse a cabo para evitar que se pierdan”, detalla Halac.

Los talleres participativos, realizados entre mayo y agosto de 2022 en la Escuela Florentino Ameghino situada en la base del Cerro Champaquí, en la localidad de Los Reartes, y en el Hotel La Posta ubicado en la región centro de la Pampa de Achala, congregaron puesteros, comunidades escolares, grupos de reforestación, emprendimientos de ecoturismo, representantes de comunas y municipios, asociaciones de vecinos, bomberos, cooperativas de agua, entre otros.

“Trabajamos con mapas donde las personas localizaban zonas del territorio que presentaran alguno o varios valores de conservación, como cerros, cascadas, pircas, yacimientos arqueológicos o lugares históricos. Además, surgieron valores intangibles, como las fiestas patronales, y también algunas actividades productivas, como el arte de curtir el cuero y la cría de ganado doméstico. Ahí apareció el interjuego de distintos valores. Mientras que para nosotros la ganadería era una amenaza, ya que produce erosión del suelo y contaminación de los arroyos de altura, los pobladores la veían como una práctica tradicional a preservar”, detalla la investigadora María Victoria Vaieretti del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV, CONICET-UNC).

Además, los/as especialistas articularon con diversos organismos oficiales de la Provincia de Córdoba a lo largo del proceso. A pesar de que la delimitación de líneas de ribera como espacio de dominio público aún no está establecida, subsanaron la falta de información mediante una consulta con la Administración Provincial de Recursos Hídricos. Según Tatián: “Una resolución del 2004 de la ex-Dirección Provincial de Agua y Saneamiento define la zona de retiro de cursos primarios y secundarios en los 12-15 metros desde de la línea de vaguada y desde el borde del cauce permanente, según el caso. Aunque no tienen carácter normativo, tanto la resolución como los criterios científico-técnicos brindan un marco para conversar con los productores en las instancias de diálogo. Que haya criterios comunes de cuidado es una contribución muy valiosa que podemos hacer desde la academia”.

Una vez concluida la etapa participativa, desarrollaron una propuesta de ordenamiento de los niveles de uso o intervención sobre el territorio de las APNs. “En el mapa de zonificación se pueden ver las actividades permitidas y no permitidas para cada área. La zonificación es producto de un análisis multicriterio que consideró altitud, pendiente y cobertura vegetal existente. La zona roja es la zona de amortiguación que rodea el Parque Nacional Quebrada del Condorito y tiene la máxima restricción de actividades. Las zonas intermedias, de color naranja, incluyen parte de la Reserva Calamuchitana y territorios colindantes con la zona roja. En amarillo están las zonas que ya presentan mayor actividad humana, porque hay más población. La zona verde, de baja restricción de uso, se trazó en torno al ejido de La Cumbrecita y a rutas asfaltadas, a partir de imágenes satelitales”, sintetiza Halac.

La aplicación de esta nueva herramienta de gestión, así como su actualización y continuidad, serán desafíos para las instituciones gubernamentales y para la sociedad cordobesa en su conjunto. “Ahora que [el Plan de Manejo] está aprobado, nuestro rol es difundirlo, hablar con distintos sectores, discutirlo en el territorio. La democracia exige la participación de la sociedad. En la medida en que se teja una red de discusión y de conciencia, estamos contribuyendo a mejorar la situación para la conservación ambiental [...] Como equipo, consideramos que la educación ambiental es un propósito que debe atravesar todas las estrategias implementadas para la gestión de las reservas”, concluye Tatián.

EQUIPO DE PLANIFICACIÓN

- Valeria Brusco (Talleres Participativos) (FCS, UNC)
- Marcelo García (Compromiso Social y Educativo) (FCEFyN, UNC)
-Jésica García Molina (Operaciones, Estrategias para el Control de Amenazas)
- Silvana Raquel Halac (Hidrometría y Calidad de Agua) (CICTERRA, CONICET-UNC)
- Paula Marcora (Manejo, Protección y Restauración de Valores de
Conservación) (IMBIV, CONICET-UNC)
- María Poca (Hidrometría y Calidad de Agua) (IMASL, CONICET-UNSL)
- Marcos Tatián (Coordinación) (IDEA, CONICET-UNC)
- María Victoria Vaieretti (Relevamiento de Biodiversidad y Amenazas a Valores de Conservación) (IMBIV, CONICET-UNC)
- Nadia Zamboni (Capacidad de Carga Turística)
- Laura Zalazar (Sistemas de Información Geográfica) (IDEA, CONICET-UNC)

COLABORADORES

- Eduardo Alazraki (fotografías)
- Andrés Baissero (control y vigilancia)
- Eugenio Biafore (asesoramiento legal)
- Rocío Bianchi (estaciones meteorológicas, proyecto MATTEO)
- José Díaz Losada (proyecto MATTEO)
- Julián Lescano (fotografías y listas de especies)
- Agustín Massanet (diseño gráfico)
- Luciana Mengo (caracterización y cartografía; diseño de monitoreo y muestreos para análisis de calidad de agua)
- Gustavo Peyroti (proceso de planificación)
- Agostina Seco (caracterización y cartografía; diseño de monitoreo y medición de caudales)
- Matías Vivanco (logística)