La Provincia de Córdoba a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología ha establecido Prioridades Estratégicas para el desarrollo científico tecnológico y a fin de contribuir con la sociedad para lograr una mejor calidad de vida. Estas prioridades fueron generadas a través de interacción entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Córdoba junto al CCT CONICET Córdoba, las 12 Universidades con sede en la provincia, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Instituto Nacional de Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología
Industrial (INTI).

Para establecer estas prioridades se consideraron diferentes ejes estratégicos de intervención para el desarrollo sostenible e inclusivo de la Provincia, valorando especialmente la disponibilidad de recursos y capacidades instaladas en la Provincia. Por otro lado, se consideraron identificaron líneas transversales entendidas como conocimientos, tecnologías y enfoques teóricos y de intervención necesarios para que dichos ejes estratégicos generen el desarrollo e impacto esperados.

Las líneas transversales incluyen 1-Políticas de Ciencia y Tecnología e Innovación 2- Objetivos de Desarrollo Sostenible basados en DDHH, 3-Ciencias Sociales y Humanas, 4-Ecología y Biodiversidad , 5-Economía Circular y Bioeconomía , 6-Tecnologías de la información y la comunicación, 7-Tecnologías (Nanotecnología, Biotecnología,
Robótica, Tecnología de los materiales, Metrología, Aeroespacial) 8-Instrumentos y Sistemas

Entre los ejes estratégicos se incluyen Recursos Naturales, Ambiente y Energía; Cultura, Arte, Patrimonio y Turismo; Economías Regionales; Salud; Desigualdades (Habitat y Vivienda, Género, Pobreza, Trabajo y Seguridad); Agroindustria y Alimentos; Industria y Servicios; Educación.

En la discusión de los ejes temáticos para establecer las prioridades se han considerado los siguientes conceptos:
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) desde la perspectiva de los derechos humanos establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que incluyen desde la eliminación de la pobreza, el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de género, la defensa del medio ambiente y el diseño de nuestras ciudades. Se destaca el ODS 17 el cual establece que se requiere de alianzas intra e interinstitucionales inclusivas para posicionar a la gente y al planeta en el centro de la escena.

El concepto de “One world - One Health” establecido por la Organización Mundial de la Salud (WHO) que a través de líneas de investigación interdisciplinarias permite abordar temas no resueltos en relación al ambiente, producción sostenible, biotecnología, toxicología y ecotoxicología, epidemiología, infectología, neuropsiquiatría,
salud humana y animal y políticas públicas.

La bioeconomía, entendida como el aprovechamiento de los recursos biológicos para la producción sustentable de bienes y servicios, abarca todos los sectores y sistemas que dependen de los recursos biológicos, sus funciones y principios. Interrelaciona ecosistemas terrestres y marinos y los servicios que brindan, todos los sectores de producción primaria que usan y producen recursos biológicos, los sectores económicos e industriales que utilizan recursos y procesos biológicos para producir alimentos destinados a humanos y animales, productos biológicos,
energía y servicios (excepto biomedicinas y biotecnología de la salud).

La energía como el motor fundamental de la sociedad moderna ya que no solo tiene un uso directo (movilidad, refrigeración, ambientación, iluminación, etc.), sino que la energía eléctrica es un factor imprescindible en las tecnologías de comunicación sobre las cuales se apoyan los procesos educativos y de participación
democrática. La necesidad de energía es un motivo importante de la concentración urbana y la despoblación del territorio. Por otra parte, la transmisión o transporte de energía a lugares de baja densidad de población es prohibitiva por costos de capital y baja eficiencia. A partir de lo cual surgen necesidades de producción de energía por métodos alternativos. Otros aspectos considerados fueron además el uso sustentable y conservación de la energía.

La perspectiva de género en la investigación, impulsada por los feminismos en el ámbito de la academia, no sólo es una cuestión de justicia social para las mujeres y disidencias históricamente relegadas de la producción de conocimiento, sino que agrega calidad al conocimiento científico debido a la pluralidad epistémica y metodológica que han venido introduciendo en las diferentes áreas disciplinares. En este sentido, por un lado, visibiliza las desigualdades y sesgos existentes, sus mecanismos de reproducción, como así también sus resistencias. Por otro lado, añade una mirada crítica también al propio proceso de construcción de conocimiento y al rol de la ciencia en nuestra sociedad. La incorporación de esta mirada promueve la equidad y la igualdad de género como derecho humano fundamental.

 

 

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