Demanda social y la culpa femenina
María (*) habla de su hija de dos años y se le quiebra la voz. "Ella es tan agradecida", me cuenta, "cuando tengo un rato para estar con ella me dice 'gracias mamita'". En la entrevista, que dura casi dos horas, María rompe en llanto varias veces. Casi siempre por lamentar no poder ser una mejor madre para...