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El Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal celebró 40 años de trayectoria en investigación, formación, transferencia y extensión
Desde su fundación, el IMBIV es un centro de referencia en su disciplina, donde actualmente trabajan más de 250 agentes del CONICET. En el acto, la condecorada investigadora Sandra Díaz brindó una conferencia sobre la biodiversidad vegetal y su modelado ecológico y social.
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En un acto presidido por la actual directora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV), Hebe Carreras, se celebró el 40° aniversario de la institución de doble dependencia entre el CONICET y la Universidad Nacional de Córdoba. Desde su fundación en 1983, el IMBIV es un centro científico de referencia en su disciplina, donde actualmente trabajan 127 investigadores/as, 100 becarios/as y casi 30 miembros de la Carrera de Personal de Apoyo del CONICET.
En primer lugar, se realizó un reconocimiento a Andrea Cocucci, Ana Anton, Gabriel Bernardello y Mariela Agnese, ex directores del IMBIV. Luego, el Ministro de Ciencia y Técnica de la Provincia de Córdoba hizo entrega de una placa conmemorativa a la directora.
En el acto estuvieron presentes el rector de la Universidad Nacional de Córdoba John Boretto; la vicerrectora Mariela Marchisio; el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales Pablo Recabarren; el decano de la Facultad de Ciencias Químicas Marcelo Mariscal; la directora del CCT CONICET Córdoba María Angélica Perillo; el Ministro de Ciencia y Técnica de la Provincia de Córdoba Pablo De Chiara; el vicepresidente de la Academia Nacional de Ciencias Gabriel Bernardello y autoridades de Unidades Ejecutoras del CONICET Córdoba.
En el momento cumbre del evento, la Dra. Sandra Díaz, condecorada investigadora en ecología y ciencias de la conservación, brindó la conferencia plenaria titulada ‘La biodiversidad funcional esencial de las plantas vasculares y su modelado ecológico y social’. “En 1993, cuando recién ingresaba a la Carrera de Investigador Científico del CONICET, me ofrecieron trabajar en el IMBIV. Eso me generó mucho entusiasmo y, a la vez, la incertidumbre de si estaría a la altura de las circunstancias en lo que ya se presentaba como una institución emergente con un gran futuro. Por eso me honra la invitación a hablar en el aniversario 40 de nuestro querido instituto”, comenzó su elocución la científica.
En su ponencia, Díaz expuso un modelo que sintetiza la inmensa diversidad de forma y función de las plantas en un espacio de dimensiones reducidas y, a su vez, posibilita identificar patrones de vulnerabilidad diferencial de ciertos grupos taxonómicos al efecto de las acciones humanas, para poder monitorearlos.
“En paralelo a la dramática reducción del número de especies y el tamaño de los ecosistemas a nivel mundial, ocurre un proceso menos visibilizado: desde hace mucho tiempo, los seres humanos venimos haciendo una ‘jardinería’ a favor y en contra de organismos con determinadas características funcionales. Entre las plantas, vemos que los grupos de especies con mayor tamaño y ritmos de vida más lento y conservador son los más amenazados por la actividad humana. Otros colegas han observado los mismos patrones en animales”, explicó Díaz.
Y concluyó: “La superficie de las tierras silvestres, prístinas de impacto humano, no ha cambiado mucho en los últimos 12.000 años. Lo que sí ha cambiado dramáticamente es el modo de apropiación y uso de tierras que venían siendo habitadas históricamente. Hemos convertido a todo el planeta en nuestro jardín: toda la naturaleza lleva nuestro sello, en la forma de extinciones globales, filtrado ecológico y alteraciones en los procesos de selección y evolución. Quizás sería mejor abandonar en las investigaciones y gestiones de la conservación esta idea de rebobinar el tiempo hacia una naturaleza prehumana mítica. Quizás habría que ampliar el foco más allá de las áreas protegidas, y avanzar hacia una actitud de jardinería de responsabilidad, cuidado y coproducción de todos los espacios naturales, inclusive los llamados ‘paisajes de trabajo’ que forman parte de la vida cotidiana de la mayoría de las personas. Estos probablemente no contengan las especies más raras, pero son fuente de una enorme cantidad de beneficios para las comunidades que los habitan”.
Historia del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal
En 1983, por iniciativa del Prof. Ing. Armando T. Hunziker, un grupo de investigadores ligados a la Universidad Nacional de Córdoba, casi todos miembros de la Carrera del Investigador Científico del CONICET, propusieron la creación de un Instituto que alojaría las investigaciones de orden botánico y fitoquímico que se desarrollaban hasta entonces en forma independiente en diversas cátedras. Además de estudiar organismos vegetales, esperaban contribuir a la formación de recursos humanos y a la enseñanza, en especial a nivel de postgrado.
El 10 de mayo de 1983, el Rector de la Universidad Nacional de Córdoba y el Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), firmaron el convenio de constitución y funcionamiento del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (IMBIV). El primer director del nuevo Instituto fue el Ing. Hunziker, quien permaneció en el cargo hasta 1996. En ese año, la Dra. Ana M. Anton fue designada como directora del Instituto, quien fue sucedida en 2011 por el Dr. Andrea Cocucci y, desde 2017, la dirección quedó a cargo del Dr. Gabriel Bernardello. Este año, la Dra. Hebe Carreras asumió la dirección, tras una gestión interina de dos años por la Dra. Mariela Agnese.
En sus comienzos, el IMBIV contó con pocas áreas temáticas, en su mayoría producto de la asociación de algunas cátedras de las Facultades de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales y de la de Ciencias Químicas con el Museo Botánico (Taxonomía, Morfología y Embriología, Fitoquímica y Productos Naturales). Con el tiempo, otras áreas fueron emergiendo debido a los diversos intereses de los jóvenes investigadores en formación (Biología Reproductiva, Interacciones insecto planta, Citogenética, Micología, Ecología, Entomología). En la actualidad, una multiplicidad de temas se agrupan dentro de tres grandes áreas: Química, Ecología y Sistemática, Taxonomía y Florística.